domingo, 15 de septiembre de 2013

Estás sentada, sola, en el medio de una habitación llena de retazos de tela. Te sentís extraña. Caminaste bajo la lluvia algunos minutos, suficientes para que te cambiara el humor. Una especie de melancolía te atacó y ahora querés convencerte de que hay una sola salida a ese túnel oscuro. El agua te humedeció el cigarrillo, que se apagó. Y no encendiste otro porque preferís fumar cuando lo necesitás y no siempre que tenés ganas. Los retazos de tela son las trizas de tu cerebro que se quiebra con cada idea inútil, te sentís un poco distraída últimamente. Y todo lo que viene de afuera, todo eso que puede llenarte de alguna manera, son excusas para no invertir el tiempo necesario en lo que te pasa adentro.
Quiero decirte que me estoy enamorando, pero no de vos sino de la idea que hay en mí de vos. De las razones que a veces creo que tenés para sonreír, de las cosas con las que fantaseás, de lo que siento que creés y pensás. Cuánto te conozco para aventurar qué pensarías. Y aún así, ahora que te veo sentada en esta habitación con los ojos cerrados y las piernas cruzadas, me convenzo de que sé perfectamente qué ronda en tu cabeza, las ganas que tenés de morderte los labios, la fuerza que estás haciendo para no abrir los ojos, de qué color vas a pintarte las uñas cuando te saques el negro, lo mucho que te gustaría volver a tener el pelo por los hombros. Casi como sé de memoria los lunares que tenés en el cuerpo, cómo los besos coinciden con tu estado de ánimo, el gesto que hacés cuando estás nerviosa, el discurso que decís siempre que intentás convencerme de que no te podés enamorar de mí pero que te gusta estar conmigo. Por favor no abras los ojos que necesito seguir creyendo que estoy en tu cabeza.
Hay momentos en los que no puedo frenar la necesidad de retratarte. Como si creyera que no vas a volver a hacer ese gesto nunca y lo necesitara perpetuar en un papel para siempre. Tengo un álbum lleno de fotos tuyas en blanco y negro. Fotos mías, en realidad, fotos mías de vos; aunque esa frase sea lingüisticamente horrible; aunque te empeñes en sostener que la foto es de quien pone el cuerpo y no de quien aprieta el "botón" sólo para llevarme la contra, porque cuando los roles cambian te frustrás con los botones y la simple idea de tener que cambiar un diafragma.
Te quiero enojada con vos misma. Me gusta verte luchar contra tus propias limitaciones con el ceño fruncido y los movimientos que se te entorpecen. Me divierte sobremanera cuando velás un rollo, cuando la foto te sale desenfocada, cuando me dejás quieto por mucho tiempo para cambiar una velocidad. Me causa gracia que quieras aprender a la fuerza y no me dejes enseñarte.
No sé por qué escribo sobre vos. No sé por qué me revuelve tantas cosas verte tan inofensiva. No sé por qué de pronto tengo ganas de besarte, de quedarme en silencio mirándote con la pericia que sólo otorga la eternidad. 
Deposito detrás de la oreja el mechón que obstruye tu cara. Acercás la cara a la mano, haciéndote la caricia que debería nacer de mí. Sonreís sin abrir los ojos y agarrás un retazo de tela para enredarlo en tus dedos. 
Dejame poner en tus labios que querés un cigarrillo, un café, noches de abrazos y mañanas de sexo. Dejame decirte que no necesito que las cosas cambien y que puedo vivir contemplándote. Dejame acariciarte los miedos, el cuerpo y las ganas. Rascame la espalda con las uñas pintadas de negro. Mañana vemos si las ideas eran realmente inútiles, ahora solamente quiero escucharte respirar e imaginarte diciendo sólo aquello que quiero y puedo escuchar. 


Qué fresca está la noche, muchachos.
Si tienen con quien, corran a abrazarse mucho. No importa la lluvia ni la distancia.
Además, los colectivos a esta hora son hermosos.
Y si no pueden, "un quiero abrazarte" es más que suficiente.
A veces cualquier cosa es más que suficiente.
Me voy a internar debajo de las sábanas, abrazada a un humeante té con miel.
Porque soy re abuela y porque no tengo a quién.
Todo lo arriba descripto lo inspiró una foto.
Es re lindo escribir a partir de imágenes.
Se me cuidan y se abrigan.
Los re quiere,
B.

P.D.: El jueves me escapo al fin del mundo.
Me muero de ganas de viajar, cámara en mano.
Las rutas del sur son hermosas.



2 comentarios:

  1. cuesta creer que solo una imagen inspira. es tan real, tan honesto, tan como en realidad es. es hermoso. no tenes idea lo placentero que es entrar a leer aca. las noches que entro aca y leo, te juro, me salva.

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    1. Es probable que no sólo la imagen me haya inspirado. Creo que todos los textos, de todas las personas, son un poco autobiográficos. Incluso en esos en los que desearía despegarme de mí por completo para no hacerme cargo de que lo que pasa ahí es un poco de mí. Pero sí,lo que hay acá, es un poco de mí. Y después le agregamos otras cosas como una imagen ajena que me despierta algunas ideas.
      Qué lindo que entres a leer, qué lindo que sea de noche, qué lindo que te resulte placentero y me lo digas.
      No tengo idea de quién sos, pero lo que me escribiste me da ternura y te quiero. Gracias.

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