¿Vos le das valor a las palabras? Creo que es algo que aprendí haciendo terapia. El que habla porque sí. El que piensa antes de hablar. El que no dice nada porque no puede. El no habla porque no le importa. El que mide antes de hablar porque tiene la palabra sobrevaluada. Yo que hago lo que puedo. Vos que hablás bien y eso me gusta. Aunque a veces piense qué valor debería darle a tus palabras, eso me desorienta. Pero son muchas preguntas juntas y el valor es más mío que tuyo. El que habla por el otro y el que deja que el otro hable por sí mismo. Me gusta tu voz. El que no habla pero dice. Me gusta cuando sonreís. El que habla y no dice. Tengo miedo de estar sobrevaluando lo que siento, no lo que vos digas, ¿entendés? Sentir tanto o no sentir nada. El amor. El odio. La intensidad. Extrañar a alguien es horrible. Querer mucho, poquito o nada. Nada. Si no te quiero nada no me importa. Pero quiero sacarte una foto sonriendo en blanco y negro. Una foto analógica. En un rollo que tenga mucho ruido así me das más ternura. Ternura. Una taza de té entre unas manos heladas. Alguien leyendo un libro. Mirar a los ojos. La pasión que sentís por lo que hacés. ¿Te viste? Te brillan los ojos. Una mancha de café en un libro viejo. El olor a café. Una tarde nublada de otoño. Un cielo lleno de rosa. Un abrazo. Un amigo. Un mimo. Generar. Despertar algo en el otro. Los lunares. Los detalles. Mirarte las manos.
Insensible si no te moviliza nada. Moverse, moverse todo el tiempo, de eso se trata. Pero no te muevas sin mí.
Rápido.
Furioso.
Furioso.
Sin edición porque me gusta sucio.
Ya lo corregiré.
Ya lo corregiré.
Se mezcla todo, ¿no?
Lo re quie.
B.
B.
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