miércoles, 3 de julio de 2013

Movimiento.

La lluvia. La verdad. La mentira. Sentirse solo. Los que ven y los que no ven nada. Los que ven demasiado y te incomodan. Los que no registran. El que habla en el momento justo. El que no dice nada y te mira. Esa mirada. Esa mirada que no es nada y es todo. Y si es nada está vacía y por qué pasa que una mirada está vacía, insensible. El que no siente nada insensible, pero acaso es posible no sentir nada. El que juega con cómo te sentís. Y no importa, no le importás vos, no le importa lo que sientas. Tu sensibilidad. Vos o el otro. El otro o vos. Cuándo hay que ponerse primero y cuándo hay que darle entrada a lo que le pasa al otro. Qué voy a hacer si me doy cuenta de lo que me pasa. Y el que no se da cuenta y el que sí se da cuenta. Y si vos no te das cuenta de qué me sirve a mí. Y qué hago con esto y cuánto tiempo y el tiempo me pesa pero tiempo y calma y vamos bien. Cuántas y. Entonces espero. Y vos qué haces, vos qué sentís, vos que pensás. El que no piensa. El que no hace. El que no siente. Pero vos sí, y entoncés qué. Y qué te pasa. Y qué hacemos. Y no hacemos porque no digo. Y no te entiendo. Pero a veces es tan divertido no entender. Quiero jugar a comprender un poco. Me gusta jugar. El que juega. El que todavía puede ser un nene. El que ríe a carcajadas como un nene. El que todavía tiene la sonrisa de un nene. 
¿Vos le das valor a las palabras? Creo que es algo que aprendí haciendo terapia. El que habla porque sí. El que piensa antes de hablar. El que no dice nada porque no puede. El no habla porque no le importa. El que mide antes de hablar porque tiene la palabra sobrevaluada. Yo que hago lo que puedo. Vos que hablás bien y eso me gusta. Aunque a veces piense qué valor debería darle a tus palabras, eso me desorienta. Pero son muchas preguntas juntas y el valor es más mío que tuyo. El que habla por el otro y  el que deja que el otro hable por sí mismo. Me gusta tu voz. El que no habla pero dice. Me gusta cuando sonreís. El que habla y no dice. Tengo miedo de estar sobrevaluando lo que siento, no lo que vos digas, ¿entendés? Sentir tanto o no sentir nada. El amor. El odio. La intensidad. Extrañar a alguien es horrible. Querer mucho, poquito o nada. Nada. Si no te quiero nada no me importa. Pero quiero sacarte una foto sonriendo en blanco y negro. Una foto analógica. En un rollo que tenga mucho ruido así me das más ternura. Ternura. Una taza de té entre unas manos heladas. Alguien leyendo un libro. Mirar a los ojos. La pasión que sentís por lo que hacés. ¿Te viste? Te brillan los ojos. Una mancha de café en un libro viejo. El olor a café. Una tarde nublada de otoño. Un cielo lleno de rosa. Un abrazo. Un amigo. Un mimo. Generar. Despertar algo en el otro. Los lunares. Los detalles. Mirarte las manos.
Insensible si no te moviliza nada. Moverse, moverse todo el tiempo, de eso se trata. Pero no te muevas sin mí.

Rápido.
Furioso.
Sin edición porque me gusta sucio.
Ya lo corregiré.
Se mezcla todo, ¿no?
Lo re quie.
B.

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