Drabbles

#1
Respira. Lo hace una y otra vez. Mi oído en el pecho, la mano en su corazón. El latido y el aire adentrándose en sus pulmones. Un “te amo” y sus dedos enterrándose en mi pelo. Los Beatles suenan y el sol tibio de abril se cuela en la ventana abierta. Sus dedos trazan la línea que forma mi raquis. Me muerde la oreja y busca los cigarrillos. “Nos vamos a casar” y no hizo falta aclarar que no planeaba un futuro conmigo. Yo sigo escuchando el sonido que hace su corazón al latir, que parece un ultimátum. Cualquiera podría ser el último. Quizá por eso dejo de respirar en el intervalo, sólo para escuchar, sereno ya, que ha vuelto a latir. Y no voy a separarme.

#2
La jeringa, el vidrio roto y su mirada verde inmortalizada en el enigma de la muerte. El celular sonando en sus manos ya rígidas y la piel, seguramente helada, que no me animo a tocar. La droga que me quitó su vida esparcida en el suelo. Y, por dios, lo que daría por no haber sido el que se enfrentó a esa imagen. Una carta sobre la cama, la habitación destrozada. “No me olvides, mi amor, no me olvides”. Y, en el fondo, la desagradable incertidumbre de no saber si esos últimos retazos de vida le pertenecen a ella o a mí.

En la literatura (¿cibernética?) un Drabble es un cuento muy corto de aproximadamente 100 palabras en las que el autor tiene que contar una historia.

Estos, creo, tienen un poquito más de cien palabras.

Generalmente, funcionan con una tabla de Drabbles, en la que te pueden dar un tema, un pareja, un lugar... etc. (Estos los escribí hace casi ya un año).

Les propongo una cosa: díganme un frase, un lugar, un tema y voy a intentar escribir más de estos, que los disfruto tanto. Mientras más me den, más voy a escribir.

Y bueno, si se ortivan, jódanse. Buscaré en mi mente.

(...pero no se ortiven...)

Gracias.

Por leer y todo...