lunes, 23 de julio de 2012

Son sus sueños ardiendo en las manos de pólvora,
la inmensidad del mar en sus ojos, sus manos lastimadas en la piel. 
Es la sangre tiñendo el lienzo de su cuerpo y las huellas de barro. 
Son la dulzura y el dolor. 
Son los cigarrillos quemándole la planta de los pies y también es la lengua
trazando el camino incierto de sus fantasías. 
Es una locura perderse en su cuerpo, es la locura más placentera de todas las locuras.
Es disfrutar el perder la conciencia o el ganar de los instintos. 
Y sus ojos, y el brillo de sus ojos. 
El azul de sus ojos y el cielo. 
El largo de su pelo y el infinito. 
El valle en el cuello y altura en los pechos. 
El vértigo en el estómago y la fiebre en el cuerpo.
Amarla.
Los dedos largos. 
Los ojos tristes.
La tormenta y el llanto. 
Las alucinaciones. 
Amarla mucho.

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