Estaba viendo las fotos que saqué en Carlos Keen, con ese famoso y caro rollo blanco y negro y llegué a algunas conclusiones. Quiero dejar la ciudad. Quiero tomarme un tren de esos antiguos e irme a un pueblo chiquito de la Provincia de Buenos Aires; sólo por un rato. No quiero llevar auriculares, ni música. Quiero que me acompañes, tu voz o tu silencio, tus alegrías o tus miedos. Vos y tus fantasmas, quiero que estén conmigo; vos y tus fantasías. Quiero que te sientes a mi lado y mirar por la ventana mientras dejamos atrás las casas y los problemas. Quiero que seamos el pasto, vos y yo. Quiero, quizás, que me des un abrazo. Quiero quererte y que lo sepas. Y no me importaría que al volver las cosas fueran diferentes. Quiero compartir esto con vos.
Creo que, al fin, escribo sobre lo que me pasa a mí. Ya desparramaré por la red esas fotos famosas. Mientras tanto voy a seguir pensando sobre esto que me pasa a mí y todavía no hablé en terapia.
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