Sigo con ese "orgasmo" post recital y creo que a excepción del tiempo que me tomó ver una película, estuve escuchando Las Pastillas. Hasta me terminaron gustando canciones del nuevo CD. Y escucho y me acuerdo de todo.
Estuve pensando. Lo más lindo de ir a un recital es mirar alrededor y ver que los demás están ahí por lo mismo que vos, que les gusta lo mismo que vos, que lo sienten —a su manera— igual que vos. Gritar y chivar porque lo vale. Romperte los oídos porque la música es el ruido más lindo que vas a escuchar jamás. Saltar porque te lo pide a gritos la adrenalina. Sonreír o llorar de la emoción, no importa. Sentir que no hay mejor cansancio físico que el que tenés. Heridas de guerra, pérdidas en la batalla. No me opaques la noche, dale. Y cuando suena ESA canción, creer que no hay nada más que vos, ahí, saltando por tu vida y cantando porque te gusta.
Te estoy esperando, My Chem.
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