Hoy, miércoles.

Hoy es miércoles, miércoles tres de Agosto, faltan 25 días para mi cumpleaños. Hoy es miércoles, hoy me tomé el colectivo, me tomé el colectivo y no lo vi. Llevo ya un mes sin verlo y me quedan muy pocas esperanzas de volver a hacerlo, sin embargo creo que seguiré observando la puerta en su parada durante el resto de mi aburrida existencia. Me pregunté dónde andará, qué estará haciendo, si se habrá enfermado o simplemente abandonado aquella cosa desconocida que lo obligaba a tomarse ese colectivo y alegrar mi vida.
De pronto fui conciente de lo rápido que se puede esfumar una persona de una vida. Sí, él era parte de mi vida, de mi aburrida vida, de mis monótonos miércoles; así, sin hablarme, simplemente con su presencia, su sonrisa y sus miradas. Entendí que hay personas que se quedan para siempre a tu lado, pero muchas otras que cumplen determinados roles durante determinado tiempo y cuando cumplen su objetivo se esfuman, dejando simplemente sus recuerdos. Me pregunté si ese era el caso de Frank, mi Frank.
Aún no termino de convercerme, pero lo indicios dicen que probablemente no vuelva a verlo en mi vida. Parece que poco a poco lo voy asimilando.