martes, 5 de abril de 2011

Ese defecto

Tengo un cuaderno lleno de palabras en lápiz negro esperándome en la cama y un par de lágrimas haciendo fuerza para salir, pero todo está estático. Es... nada, en realidad no es nada. Pero el lápiz negro es el claro reflejo de mi inseguridad a la hora de escribir y las lágrimas, el inminente aviso de que se viene el colapso. ¿Por qué? Por no exteriorizar las cosas cuando pasan. Me vas a escuchar hablar mucho, sí. Puedo llegar a decir cientos de cosas, a emitir mil opiniones, a dar millones de consejos, pero nunca (o casi nunca) me vas a escuchar hablar de mí o lo que siento. Ese es uno de mis más grandes defectos, creo.     
Entonces, permítanme citar a Charly: "Y yo te digo eh!
bancate ese defecto,
aunque te arrgles las gomas, nena,
seguirás siendo rara."  

No me voy a llenar la boca de palabras vacías; hoy no tengo mucho más para decir.

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