Qué historia más triste. Uno le entrega el corazón a la persona que puede, con la que se siente bien, a la que piensa que ama. A veces acertamos, a veces no. Pero si no lo hacemos, nos queda el sentimiento de saber que hicimos lo correcto y que, en su momento, valió la pena hacerlo. ¿No es así?
Lo hice, y me arrepiento; pensé que fuera ella, y después se fue.
ResponderEliminarQué historia más triste. Uno le entrega el corazón a la persona que puede, con la que se siente bien, a la que piensa que ama.
EliminarA veces acertamos, a veces no.
Pero si no lo hacemos, nos queda el sentimiento de saber que hicimos lo correcto y que, en su momento, valió la pena hacerlo. ¿No es así?